Pitapes (Granollers)

Otro de nuestros clásicos al que acudimos con asiduidad. Una frecuencia que era más alta antes de la pandemia, pero que seguimos intentando mantener.

Como su propio nombre indica, sirven una serie de tapas a compartir (o no), aunque siempre es mejor poder probar varias cosas, de las que ofrecen una carta fija y unas sugerencias que van cambiando semanalmente. Juraría que antes modificaban la carta con más frecuencia, pero es suficientemente amplia como para poder ir probando cosas nuevas cada vez.

Destacables los bocadillos que ofrecen: el bao de panceta, el de calamares o el brioche de rabo de buey. Muy sabrosos los mejillones ahumados al romero y siempre apetecible el canelón de pollo con bechamel de foie.

Servicio muy atento y especialmente amable. Por 30€ con postres compartidos, vino, café y chupito poco más se puede pedir.