
En el corazón de Sarria encontramos este restaurante, con cocina dirigida por Jordi Vilà, en el que se ofrecen platillos pensados para compartir basados principalmente en cocina catalana tradicional.
Buen servicio y platos sabrosos y bastante conseguidos, aunque las raciones resultan un poco escasas para el precio que tienen. Imagino que la localización influye.
La cena sirvió para confirmar que la liebre a la royal es un plato que no me atrae en demasía, es la segunda vez que lo como y no me han quedado especiales ganas de repetirlo, aunque no dudo que este que probamos estaba bien hecho.