
Muchísimo tiempo sin comer en esta hamburguesería, a la que íbamos prácticamente cada semana cuando trabajaba cerca, y de eso hará pronto diez años.
Hay que reconocer que no ha cambiado mucho, ni en el menú que ofrecen ni en la decoración del local. Las hamburguesas eran iguales que como las recordaba, así como las patatas fritas, seña de la casa.
Servicio muy rápido y un precio que no ha subido mucho en todo este tiempo.