Lek’s Thai (Mataró)

Auténtica cocina tailandesa al lado del puerto de Mataró. Una carta bastante corta, en la que se encuentran básicamente varios currys, varios platos de pasta (incluyendo el clásico pad thai) y unos pocos platos con carne.

De primeros, entrantes pensados para compartir como los rollitos con salsa de cacahuete o las gyozas. De postre, pocas opciones y poco interesante, excepto el mango con arroz glutinoso.

Recomendables todos los currys, así como la berenjena con cerdo y miso o el pollo frito picante (¡muy picante!). Sobre los 20€, compartiendo primeros y con una bebida.

Worldeli (Mataró)

Bufet libre de comida japonesa, con todo lo bueno y lo malo de este tipo de sitios. Como muchos otros bufets en la actualidad, no te levantas tu a buscar la comida, sino que apuntas en una hoja lo que quieres y te lo traen a la mesa, controlando así que no se desperdicie comida en exceso.

En el lado de lo bueno, hay mucha variedad para escoger, por lo que es difícil no encontrar algo que te guste, incluso cosas que no se suelen encontrar en otros sitios: takoyakis, sopa agripicante,… En el lado de lo malo, bastante descontrol con los platos, la comida llega generalmente toda de golpe y la calidad varía bastante dependiendo de lo que pidas. Especialmente flojo el sushi, con el arroz muy apelmazado y pescado totalmente insípido.

El precio del menú por la noche es de 18,90€ con bebidas no incluidas, las cuales no son precisamente baratas. Hay mejores alternativas en Mataró de comida japonesa, a pesar de lo cual el local estaba lleno y con cola en la puerta cuando nos fuimos, disponiendo incluso de una máquina para pedir turno en la entrada.

La Mafia se sienta a la mesa (Mataró)

Era de esperar que no me convenciera el sitio, pero aún y así fuimos a probarlo y darle una oportunidad, ya que han abierto no hace demasiado. Juraría que ya habíamos ido a otro restaurante de esta cadena en Zaragoza y que tampoco teníamos un gran recuerdo de él.

Compartimos de primero una burrata con caponata, algo sosa y con la burrata demasiado fría. De segundo, unos spaghetti carbonara, que siempre indican cómo se cuida la cocina en un sitio «italiano». Los «carbonara» más raros que me han servido nunca, porque el huevo y el queso vienen por separado para que se lo mezcle uno en la mesa, cosa que no tiene mucho sentido porque la gracia de la pasta carbonara es preparar la salsa primero y mezclarla entonces con la pasta recién hecha y servir rápidamente. Además, tuve que pedir que me trajeran pimienta, ingrediente esencial, porque si llevaba era en cantidad ínfima.

Acabamos pagando 60€ entre dos, compartiendo el primero y el postre, lo que nos pareció demasiado caro como para darle otra oportunidad.

Aula Restaurant CETT (Barcelona)

El restaurante donde los alumnos del CETT hacen sus prácticas. Esto permite encontrarnos con unos platos y un servicio que intentan estar a un buen nivel, aunque evidentemente también con los posibles errores y fallos que se puedan cometer.

Ofrecen dos menús degustación distintos y los mismos platos de esos menús en la carta. La mayoría de platos que probamos estaban más que correctos, excepto la croqueta de calamar, demasiado espesa y con el calamar correoso, y el flan de espárragos blancos, un plato que no tenía ningún sentido ni coherencia de los ingredientes que lo componían.

Pero con el precio por el que se ofrece todo el menú, 32€, incluyendo un pequeño cóctel, dos entrantes, cuatro platos, postre, café y petits fours se perdona, incluso, los nervios de los camareros en prácticas. Más sorprendente es aun el precio del maridaje, 5€, en el que se sirven cinco vinos distintos.

El sitio no está excesivamente publicitado y no es muy visible, por lo que no había demasiados clientes y se estaba más que tranquilo.

Agente Carter (temporada 2)

Siendo de Marvel, uno espera una serie de superhéroes, pero acaba siendo una historia de cine negro con toques de ciencia ficción, ambientada en los años 40. Con pocos efectos especiales pero con múltiples escenas de acción y toques de humor.

Una pena que la serie solo haya durado dos temporadas. Tenía personajes interesantes, muy buena ambientación, tanto en la primera temporada en Nueva York como en la segunda en Los Angeles, y una trama entretenida. No se tomaba demasiado en serio a si misma, así que los toques de humor que incorporaba no desentonaban para nada, pero parece que no estaba bien promocionada y su audiencia no fue muy elevada.

Pitapes (Granollers)

Otro de nuestros clásicos al que acudimos con asiduidad. Una frecuencia que era más alta antes de la pandemia, pero que seguimos intentando mantener.

Como su propio nombre indica, sirven una serie de tapas a compartir (o no), aunque siempre es mejor poder probar varias cosas, de las que ofrecen una carta fija y unas sugerencias que van cambiando semanalmente. Juraría que antes modificaban la carta con más frecuencia, pero es suficientemente amplia como para poder ir probando cosas nuevas cada vez.

Destacables los bocadillos que ofrecen: el bao de panceta, el de calamares o el brioche de rabo de buey. Muy sabrosos los mejillones ahumados al romero y siempre apetecible el canelón de pollo con bechamel de foie.

Servicio muy atento y especialmente amable. Por 30€ con postres compartidos, vino, café y chupito poco más se puede pedir.

Cuina! O barbàrie (Maria Nicolau)

No sé si cuando compré este libro lo tenían en la sección de cocina, porque es difícil clasificarlo. Habla de cocinas y tiene recetas, pero no es un libro de cocina ni un libro de recetas.

Es un libro de antropología y de historia, de cómo mantener nuestra herencia cultural, de cómo abrazar un pasado que sigue todavía cercano. Es un libro punki que, al mismo tiempo, te hace echar de menos a los abuelos, a los tuyos y a los de María.

Es un libro de autoayuda, sobre todo para aquellos que no entran mucho en la cocina: inténtalo, aunque no te salga perfecto, peor será no intentarlo. Y diviértete haciéndolo, olvídate de los tutoriales de Youtube, de las recetas de Instagram y de las listas de ingredientes de los que siempre te falta alguno.

Es un libro de aprovechamiento, de cómo aprovechar todo lo que tenemos en la nevera y en la alacena, pero también de cómo aprovechar el tiempo en la cocina, porque comer bien no significa pasarse horas cocinando. Y sí, también es un libro de cocina, aunque lo importante no es que enseñe a preparar algunos platos.

Porque, sobre todo, es un libro sobre el amor. Sobre el amor a la vida, el amor a la cocina, el amor a pasarlo bien y el amor propio.

Un libro que debería estar en todas las casas. Afortunadamente, a juzgar por las semanas que lleva en las listas de más vendidos, va camino de ello.

Tokyo-To (Mataró)

El mejor japonés (no regentado por japoneses) que puedes encontrar en su gama de precio. Especialmente notable el menú de festivos, con cinco platos por 17€. Yendo en pareja puedes pedir 10 platos distintos, compartirlo todo estilo menú degustación y cenar los dos por menos de 40€, postre incluido pero bebida aparte.

El postre, por cierto, nos sorprendió, porque era un tiramisú casero bastante mejor que la mayoría de los que he probado por ahí, que suelen estar hechos con más nata que mascarpone.

Nada sorprendente que cenemos allí (o pidamos que nos lo traigan a casa) al menos una vez al mes.

V de Vendetta (DC Pocket)

La colección DC Pocket es una maravilla, sobre todo cuando lanzan obras completas en un solo volumen. Con un precio bastante reducido ofrecen un tamaño adecuado y buena calidad de impresión. Este V de Vendetta costaba menos de 10€, así que era difícil dejarlo en la librería.

Siendo todo un clásico, la historia principal que se cuenta me ha parecido la menos interesante. Probablemente cuando se publicó por primera resultaba más original, pero hoy en día es como si ya la hubiera leído muchas veces. En cambio, las historias secundarias de la multitud de personajes que aparecen son las que le dan empaque a la línea argumental principal.

La ambigüedad moral del protagonista es otro rasgo que destaca en la obra. No es simplemente el superhéroe que salva el mundo, sino que es un terrorista que provoca multitud de explosiones en edificios de Londres, asesina a múltiples personas por venganza y retiene/secuestra a una joven, a la que inculca su ideología. ¿Apostamos por el utilitarismo contra un gran mal mayor? Una buena pregunta a hacerse tras leer este cómic.